IdT – Les idées du théâtre


 

Dédicace

El Fénix de España Lope de Vega Carpio, familiar del Santo Oficio. Séptima parte de sus comedias, con loas, entremeses y bailes

Siles, Miguel de

Éditeur scientifique : Di Pastena, Enrico

Description

Auteur du paratexteSiles, Miguel de

Auteur de la pièceVega Carpio, Lope Félix de

Titre de la pièceEl Fénix de España Lope de Vega Carpio, familiar del Santo Oficio. Séptima parte de sus comedias, con loas, entremeses y bailes

Titre du paratexteAl duque de Sessa y de Baena, marqués de Poza, etc.

Genre du texteDédicace

Genre de la pièceRecueil de Comedias

Date1617

LangueEspagnol

ÉditionMadrid: Viuda de Alonso Martín, in-4° [et Juan de la Cuesta]

Éditeur scientifiqueDi Pastena, Enrico

Nombre de pages1

Adresse sourcehttp://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.aspref=B18692527&idioma=0

Fichier TEIhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/tei/Vega-SeptimaParte-Dedicace.xml

Fichier HTMLhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/html/Vega-SeptimaParte-Dedicace.html

Fichier ODThttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/odt/Vega-SeptimaParte-Dedicace.odt

Mise à jour2014-01-10

Mots-clés

Mots-clés français

Relations professionnellesRelation entre le libraire et le dédicataire, protecteur de l’auteur

Mots-clés italiens

Rapporti professionaliRelazione tra il libraio e il destinatario della dedica, protettore dell’autore

Mots-clés espagnols

Relaciones profesionalesRelación entre el librero y el dedicatario, protector del autor

Présentation

Présentation en français

L’histoire éditoriale de la Séptima Parte de comedias de Lope de Vega, et de la même façon de la Octava, est liée à un procès qui opposa Lope en 1616 à un marchand de toiles et amateur de théâtre, Francisco de Ávila, qui avait acheté plusieurs pièces de théâtre au directeur de compagnie Baltasar Pinedo et à Juan Fernández (ce dernier les ayant obtenues de la veuve de Luis Vergara, un autre directeur). Agacé de constater qu’on ne cessait de tirer un profit économique considérable de ses œuvres théâtrales (le plus souvent imprimées, de plus, pour un résultat très médiocre), Lope dénonça au Conseil de Castille l’homme qui avait réuni deux douzaines d’œuvres et demandé l’autorisation et le droit d’imprimer deux nouvelles collections de comedias du dramaturge, après avoir été à l’origine de la publication des Partes Cinco et Sexta. ; Lope parvint seulement à s’opposer à l’impression des comedias sans toutefois réussir à l’empêcher. En effet, la sentence rendue en août 1616 fut favorable à Ávila, le Conseil de Castille jugeant qu’une fois les comedias vendues, le dramaturge perdait tout droit sur celles-ci. Ávila se trouva donc libre de poursuivre les démarches d’impression, qu’il reprit sans tarder : au début du mois de septembre, il céda les droits au libraire Miguel de Siles. Deux des pièces vendues par Fernández et huit provenant du répertoire de Pinedo, toutes concernées dans l’affaire judiciaire, se retrouvèrent dans la Séptima Parte, qui fut imprimée à la fin de l’année 1616 bien que la couverture affichât la date de 1617 (sans doute pour que le livre conservât durant quelques mois l’apparence d’un produit récemment sorti). Siles eut recours pour l’impression de la Parte à l’atelier de la veuve d’Alonso de Martín, qui établit une collaboration avec l’imprimerie de Juan de la Cuesta (appellation commerciale de l’atelier de Pedro Madrigal) bien que son nom n’apparaisse ni sur la couverture, ni dans le colophon. Ce revers judiciaire, ainsi qu’une commercialisation des Partes de plus en plus intense, ne seront pas étrangers au fait que le Phénix décide de s’impliquer ouvertement dans l’édition de ses œuvres théâtrales à partir de 1617, avec la Parte novena, alors qu’auparavant sa participation occasionnelle dans le processus de diffusion sur papier ne fait que l’objet de conjectures.

Nous éditons ici la dédicace non datée (elle pourrait vraisemblablement être de novembre 1616) de l’édition princeps de la Séptima, réimprimée dans l’édition barcelonaise de 1617 et que Siles lui-même dédie au duc de Sessa. Son ton ne diffère pas de celui, flatteur, qui est d’usage dans ce genre d’écrits de circonstance. Dans la Parte sexta par exemple, Siles s’adressait à Don Pedro Docón y Trillo de la même façon, sans que nous ne connaissions les raisons concrètes du choix de son destinataire.

Il semble assez frappant que ce soit désormais le libraire (comme l’avait fait Gaspar de Porras, metteur en scène très proche du Phénix, dans la Parte cuarta) qui recherche le soutien du protecteur de Lope – initiative que le dramaturge lui-même avait tenté d’empêcher dans un premier temps – et qu’il réitère peu de temps après sa demande dans la Parte VIII – « Et ainsi je serai récompensé et l’auteur reconnaissant que l’on ait donné à ses célèbres travaux un patron qui assure brillamment la protection des bonnes Lettres »1) – faisant spécifiquement allusion à la dédicace antérieure (« La bienveillance que V. Ex. a manifestée à mon égard et l’accueil que vous avez réservé à la Séptima parte des comedias de notre Térence espagnol Lope de Vega sont tels que je ne peux laisser de les mettre à nouveau sous votre protection »2).

Enfin, il faut rappeler que le fait que Siles intervienne dans l’édition des Partes non autorisées par Lope ne l’empêcha pas par la suite d’en financer d’autres qui de plein droit appartenaient au Phénix3.

(Traduction : Amélie Djondo)

Présentation en espagnol

La historia editorial de la Séptima parte de comedias de Lope de Vega, tal como sucede en la Octava, está relacionada con un pleito que Lope, en junio de 1616, entabló con un mercader de lienzos aficionado al teatro, Francisco de Ávila, que les había comprado varias piezas al director de compañía Baltasar Pinedo y a Juan Fernández (este último las había conseguido de la viuda de Luis de Vergara, otro director). Cansado de ver que otros seguían sacando un considerable provecho económico de sus obras teatrales (a menudo impresas, además, con una baja calidad textual), Lope denunció ante el Consejo de Castilla al hombre que había reunido dos docenas de piezas y solicitado licencia y privilegio para imprimir dos nuevas colecciones de comedias del dramaturgo, después de haber sido el impulsor de la iniciativa que llevaría a la publicación de las partes Quinta y Sexta. ; Lope solo pudo obstaculizar el proceso de impresión de las comedias, sin llegar a impedirlo. En efecto, el fallo, en agosto de 1616, fue favorable a Ávila, sentenciando que una vez que había vendido las comedias, el dramaturgo perdía todo derecho sobre ellas. Ávila se encontró con el camino despejado para seguir con los trámites de impresión, que reanudó rápidamente: a primeros de septiembre cedió el privilegio al librero Miguel de Siles. Dos de las comedias vendidas por Fernández y ocho de las procedentes del repertorio de Pinedo – todas objeto, con las demás, de la controversia legal – acabarían en la Séptima parte, que se imprimió ya a finales de 1616 a pesar de ostentar en la portada la fecha de 1617 (quizás para que el libro conservara en los meses siguientes la apariencia de un producto recién salido). Siles acudió para la impresión de la Parte al taller de la viuda de Alonso de Martín, que se valió de la colaboración de la imprenta de Juan de la Cuesta (a esas alturas, mero nombre comercial del taller que fue de Pedro Madrigal), a pesar de que lo último no conste en la portada ni en el colofón. El revés judicial, unido a un comercio de las Partes cada vez más afianzado, no sería ajeno a la decisión del Fénix de implicarse abiertamente en la edición de sus piezas teatrales a partir del mismo 1617, con la Parte novena, cuando con anterioridad su ocasional participación en el proceso de difusión impresa puede señalarse solo por vía hipotética. ; Aquí editamos la dedicatoria, sin fecha (pero verosímilmente de noviembre de 1616), de la princeps de la Séptima, reimpresa en la edición barcelonesa de 1617, que el propio Siles dirige al duque de Sessa. Su tono no difiere del usualmente lisonjero en este género de escritos circunstanciales; en la Parte sexta, por ejemplo, Siles se había dirigido a don Pedro Docón y Trillo de manera parecida, sin que nos sean conocidas las razones concretas que le llevarían a escoger ese destinatario. No deja de ser en cierto modo llamativo que ahora el librero (tal como en la Parte cuarta había hecho Gaspar de Porras, autor muy cercano al Fénix) busque el amparo del protector de Lope para una iniciativa que en un primer momento el propio dramaturgo había intentado estorbar; y que reincida poco después en ello en la Parte VIII (« y así quedaré yo pagado y el autor agradecido de que se haya dado a sus celebrados trabajos un dueño en quien resplandece el amparo de las buenas letras […] »), aludiendo específicamente a la dedicatoria anterior (« Es tal el amparo que mis deseos han hallado en el que les ha hecho V. Ex. en recebir con el ánimo que suele la Séptima parte de las comedias de nuestro Terencio español Lope de Vega, que obligados y agradecidos no pueden dejar de ampararse de nuevo […] »). Finalmente, hay que recordar que el hecho de que Siles intervenga en la edición de Partes no autorizadas por Lope no le impide posteriormente costear algunas de las que el Fénix tenía el privilegio de publicar4.

Texte

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Al duque de Sessa y de Baena, marqués de Poza, etc.

{NP4v}Vuesa Ex[celencia] honra con tanta generosidad las letras, y hace tan señaladas mercedes a sus profesores, que atrae a todos los que publican obras para consagrarlas a su esclarecido nombre. Así, considerando yo no menos mía esta obligación que de otros muchos, que en semejantes ocasiones eligieron a V[uesa] Ex[celencia] por su amparo, he querido poner a sus pies esta Séptima parte de las comedias del excelente Lope de Vega Carpio, cierto de que conseguirán por suyas el favor y merced que experimenta en sí por instantes su mismo autor, honrado y favorecido tan dignamente de V[uesa] Ex[celencia]5. Y aunque el don en la presencia de príncipe tan calificado por sangre y aventajado en riquezas podrá parecer pequeño, con todo no digno jamás de menos precio, pues el filósofo Crates puso la razón de estima de los servicios en el ánimo y voluntad con que se hacen6, suplico a V[uesa] Ex[celencia] asegure con su aceptación estos escritos de los naufragios en que se ven casi todos los que salen a luz, sin olvidar el fin de mi intento, que es de manifestar con él al mundo el grande deseo que tengo de emplear en su servicio mi vida. La de V[uesa] Ex[celencia] guarde nuestro Señor muchos años como puede, etc.

Miguel de Siles