IdT – Les idées du théâtre


 

Dédicace

Parte Veinticinco, perfeta y verdadera de las comedias del Fénix de España Frey Lope Félix de Vega Carpio, […]

Deuport, Roberto.

Éditeur scientifique : Trambaioli, Marcella

Description

Auteur du paratexteDeuport, Roberto.

Auteur de la pièceVega Carpio, Lope Félix de

Titre de la pièceParte Veinticinco, perfeta y verdadera de las comedias del Fénix de España Frey Lope Félix de Vega Carpio, […]

Titre du paratexteA Don Francisco Antonio González Jiménez de Urrea, señor Berbedel, antes Ticenique

Genre du texteDédicace

Genre de la pièceRecueil de comedias

Date1647

LangueEspagnol

ÉditionZaragoza : viuda de Pedro Vergés, 1647, In-4°

Éditeur scientifiqueTrambaioli, Marcella

Nombre de pages4

Adresse sourcehttp://bibliotecadigitalhispanica.bne.es/view/action/nmets.do?DOCCHOICE=1675071.xml&dvs=1336852807119~429&locale=it_IT&search_terms=&adjacency=&VIEWER_URL=/view/action/nmets.do?&DELIVERY_RULE

Fichier TEIhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/tei/Vega-ParteXXV-Dedidace.xml

Fichier HTMLhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/html/Vega-ParteXXV-Dedidace.html

Fichier ODThttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/odt/Vega-ParteXXV-Dedidace.odt

Mise à jour2013-03-12

Mots-clés

Mots-clés français

DramaturgieUtilité et plaisir esthétique de la comédie

Mots-clés italiens

DrammaturgiaUtilità e godimento estetico della commedia

Mots-clés espagnols

DramaturgiaUtilidad y deleite estético de las comedias

Présentation

Présentation en français

Nous disposons de peu d’informations sur l’auteur de cette dédicace, Roberto Deuport (ou Duport), hormis qu’il fut ce libraire qui avait obtenu « préalablement licence et taxe pour introduire dans les royaumes de Castille des exemplaires de la Parte XXIV »1. Du dédicataire, Francisco Antonio González Jiménez de Urrea, nous savons qu’il est le neveu de Francisco Jiménez de Urrea, noble originaire de Saragosse qui faisait partie de la famille des comtes de Berbedel, l’une des branches des Aranda. Le paratexte n’est qu’un long panégyrique de la lignée en question, dont plusieurs membres sont mentionnés de façon élogieuse, et tout particulièrement Juan González, l’oncle du dédicataire.

On notera ? au passage l’importance culturelle de la pratique de la collection, étant donné que Francisco Jiménez de Urrea et Vincencio Juan de Lastanosa collectionnaient les monnaies et les livres.

Les pièces publiées dans ce volume sont qualifiées au début de « poésies dramatiques », et à la fin de « fruits abondants » ainsi que de « délices de la poésie comique », ce qui permet de souligner autant l’utilité des textes (« en raison des événements qui y sont rapportés ») que l’agrément esthétique qu’ils procurent au lecteur (du fait de « la douceur de leur harmonie », de « la beauté de leurs phrases »). Cependant, Deuport ne nomme même pas leur auteur ; signalons avec Marco Presotto que le projet d’édition dans lequel cette dédicace prend place « ne laisse pas de surprendre, étant donné que dans les années 1640 le nom de Lope n’avait plus l’attrait d’autrefois aux yeux d’un lecteur qui appréciait désormais les dramaturges des nouvelles générations »2. La Parte XXV, enfin, avec laquelle se termine la série des Partes authentiques des comedias lopesques, est publiée par la veuve de l’imprimeur Pedro Vergés qui avait déjà publié la Parte XXIV en 1641; celle-ci, quoiqu’elle n’entretienne pas de rapport direct avec les héritiers du Phénix des Beaux Esprits, indique dès la couverture de cette Parte que les pièces en sont « tirées de leurs vrais originaux, non point fautives comme celles qui jusqu’à présent ont été publiées » – allusion aux tomes de comedias de Diferentes autores ou à d’autres volumes qui étaient parus les années précédentes et qui contenaient des pièces faussement attribuées à Lope de Vega.

(Traduction : Christophe Couderc)

Présentation en espagnol

Es un hecho que del autor de la dedicatoria, Roberto Deuport (o Duport) , no nos han llegado muchas noticias ; fue un librero que ya había conseguido «anteriormente licencia y tasa para entrar en los reinos de Castilla ejemplares de la parte XXIV»3 ; del dedicatario, Francisco Antonio González Jiménez de Urrea, sabemos que es el sobrino de Francisco Jiménez de Urrea, noble zaragozano de la familia de los condes de Berbedel, una de las ramas de los Aranda. El paratexto no es sino un largo panegírico de la dinastía correspondiente, ya que se citan en términos elogiosos a varios miembros de la misma, de manera especial a Juan González, tío del dedicatario. ; De paso, se exalta el valor cultural del coleccionismo gracias a la afición de Francisco Jiménez de Urrea y de Vincencio Juan de Lastanosa por las monedas y los libros. ; De las comedias publicadas en el volumen se dice al principio que se trata de «poesías dramáticas», y al final de «partos numerosos» y «delicias de la poesía cómica», subrayando tanto la utilidad de los textos («por los sucesos que proponen») como el deleite estético que suponen para el lector («por la suavidad de su armonía», «la hermosura de sus frases»). Con todo, Deuport ni siquiera nombra a su autor ; destaquemos con Marco Presotto que el proyecto de edición en que se enmarca dicha dedicatoria «no deja de ser sorprendente, dado que en los años cuarenta el nombre de Lope ya no gozaba del gran atractivo de antaño, para un lector más aficionado a los dramaturgos de las nuevas generaciones», en «La tradición textual de La ilustre fregona atribuida a Lope de Vega», Criticón, 87-88-89 (2003), p. 700. Adviértase que la Parte XXV, con la cual termina la serie de Partes auténticas de las comedias lopescas, se debe a la viuda del impresor Pedro Vergés que ya había publicado la Parte XXIV en 1641, y que la misma, si bien no está relacionada directamente con los herederos del Fénix, hace explícito en la portada de la Parte que se trata de comedias «sacadas de sus verdaderos originales, no adulteradas como las que hasta aquí se han publicado», aludiendo a los tomos de Diferentes autores u otros volúmenes que salieron en los años anteriores con comedias atribuidas falsamente a Lope.

Texte

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A Don Francisco Antonio González Jiménez de Urrea, señor Berbedel4, antes Ticenique

{NP1} Salen a luz estas poesías dramáticas o, por mejor decir, se restituyen a la copiosa biblioteca de V. M., donde hay tantas impresas y que desean la estampa, que se pudiera hacer una lista muy numerosa dellas, y hoy sobre tantas curiosidades la miramos enriquecida con los tesoros preciosos y dignos de toda estimación que su tío de V. M., el ilustre señor don Francisco Jiménez de Urrea5, Capellán de su Magestad, coronista del reino de Aragón y electo Abad de San Victorián, le dejó en su testamento6 para engrandecer el palacio de Berbedel, deseando aquel estudioso varón que los hombres insignes en letras tuviesen una librería fija de libros manuscritos de historias pertenecientes a la Corona de Aragón, y otros volúmenes raros que su erudito desvelo juntó ; tantos escritorios de monedas de oro, plata y cobre, y muchos libros esquisitos que tratan dellas copiosamente. Éstas y otras preciosidades celebraron don Vincencio Juan de Lastanosa en el Museo de las medallas desconocidas españolas en diversos lugares7, y el dotor Juan {NP2} Francisco Andrés8, coronista del Reino de Aragón en varias obras suyas, [y] el padre Presentado Fray Fran Nogueras, religioso de la Orden de San Agustín, en la oración fúnebre que dijo en las exequias que le hizo su primo, el Excelentísimo señor don Antonio Jiménez de Urrea, Conde de Aranda9, en su villa de Épila. Gloriarse pueden los que nacieron nobles por la grandeza y esplandor que dan a sus familias, pero esta suerte de la naturaleza no se adquiere con ningún mérito ; adquiérelo el estudioso, y se debe el aplauso y la alabanza a la virtud propia ; ésta no se alcanza por la celsitud10 de los ascendientes, sino con las fatigas literarias ; nada se debe al acaso y mucho a la virtud ; aquél no merece en sus obras, y ésta tiene lugar eminente en el templo de la Fama por vencer las Hidras del ocio, que malograron torpemente muchos deseos generosos.

No haré memoria de los claros progenitores de V. M., pues la antigüedad y nobleza de la Casa de Urrea es tan conocida en el orbe, cuyos señoríos y hazañas refieren las Historias, y a quien los Serenísimos reyes de Aragón dieron títulos de Duques de Jérica, Condes de Aranda y Pabías, Marqueses de Almonacid, Vizcondes de Biota y Rueda, y otras baronías por los servicios grandes que obró en las conquistas destos reinos11.

Don Juan González12, Obispo de Tarazona, tío de {NP3} V. M., ilustre rama de los González de Castilla, por la eminencia de sus letras fue Canónigo de la Santa Iglesia de Lugo, Vicario General del Obispado de Mondoñedo, Inquisidor Apostólico en Valencia, Valladolid y Cuenca, y en Sevilla con veces13 de Inquisidor General contra las herejías de Cazalla, y sus secuaces14 ; fue visitador de Cataluña y de los condados de Rosellón y Cerdeña ; Canciller de la ciudad y reino de Valencia ; labró muchas obras magníficas y sumptuosas en Tarazona, Calatayud, Ágreda y Munébrega y la Vilueña, dotándolas de rentas muy caudalosas, y dando para el aliño de aquellos templos ornamentos costosos y ricos, y para que los labradores no dejasen de sembrar por falta de trigo formó un Monte de Piedad, supliendo desta suerte las necesidades públicas y enseñando a los prelados con este ejemplo la caridad que deben ejercitar con los pobres, y entre estas liberales demostraciones fundó de su patrimonio el mayorazgo que V. M. goza, y a imitación suya su abuelo de V. M., don Lope Jiménez de Urrea15, señaló para el hijo segundo de su casa otro mayorazgo muy caudaloso, que hoy posee su tío de V. M., don [Jimen] Jiménez de Urrea16, Capitán de Infantería Española, y que ha servido a su majestad veinte y cuatro años en Flandes y Lombardía con mucho {NP4} valor, hallándose en las facciones más peligrosas y sangrientas, saliendo mal herido en muchas, cuya prudencia ha mostrado en la paz las tres veces que fue Diputado del Reino de Aragón por el estado de la Nobleza.

Por muchos títulos debe V. M. favorecer estos partos numerosos, útiles por los sucesos que proponen, y agradables por la suavidad de su armonía y no menos provechosos para el ingenio que, cebado gustosamente en la hermosura de sus frases y en lo misterioso de las sentencias, se aviva y mejora, y muchas veces, transformado en aquel numen poético, es favorecido de las Musas. Por estas causas no dudo que V. M. apoyará y admitirá este obsequio de mi voluntad que, reconocida a tanto favores, como a V. M. debe, le ofrece estas delicias de la poesía cómica, deseando ilustrar otros libros con su nobilísima protección, a quien guarde Dios los años que sus esclarecidas virtudes merecen. Zaragoza, 15 de noviembre 1647.

Besa la mano de V. M.

quien más le desea servir

Roberto Deuport