Dédicace
Segunda parte de las comedias del maestro Tirso de Molina, recogidas por su sobrino don Francisco Lucas de Ávila.
Tirso de Molina
Éditeur scientifique : Oteiza, Blanca
Description
Auteur du paratexteTirso de Molina
Auteur de la pièceTirso de Molina
Titre de la pièceSegunda parte de las comedias del maestro Tirso de Molina, recogidas por su sobrino don Francisco Lucas de Ávila.
Titre du paratexteA la venerable y piadosa congregación de los mercaderes de libros desta corte, en la tutela del glorioso doctor san Jerónimo
Genre du texteDédicace
Genre de la pièceRecueil de comedias
Date1635
LangueEspagnol
ÉditionMadrid : en la Imprenta del reino, a costa de la Hermandad de los mercaderes de libros desta corte, 1635, in-4°
Éditeur scientifiqueOteiza, Blanca
Nombre de pages7
Adresse sourcehttp://bibliotecadigitalhispanica.bne.es/view/action/singleViewer.do?dvs=1390058660041~574&locale=fr_FR&VIEWER_URL=/view/action/singleViewer.do?&DELIVERY_RULE_ID=10&frameId=1&usePid1=true&usePid2=true
Fichier TEIhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/tei/Tirso-ParteII-Dedicace.xml
Fichier HTMLhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/html/Tirso-ParteII-Dedicace.html
Fichier ODThttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/odt/Tirso-ParteII-Dedicace.odt
Mise à jour2014-01-30
Mots-clés
Mots-clés français
RéceptionHistoire éditoriale
Relations professionnellesÉloge de la congrégation des marchands de livres ; problème des attributions frauduleuses ; propriété intellectuelle
Mots-clés italiens
RicezioneStoria editoriale
Rapporti professionaliLode della corporazione dei mercanti librai ; problema delle attribuzioni fraudolenti ; proprietà intellettuale
Mots-clés espagnols
Tiempo.
RecepciónHistoria editorial
Relaciones profesionalesAlabanza a la congregación de los mercaderes de libros ; problema de las falsas atribuciones ; propiedad intelectual
Présentation
Présentation en français
Ainsi, un volume financé par la confrérie des marchands de livre de Madrid6, à laquelle Tirso dédie, non sans une certaine ironie, ces douze comédies, les siennes et celles d’autres dramaturges (sans mentionner aucunement les poèmes et les entremeses), devait en principe donner toutes les garanties et s’avéra être un fiasco éditorial, que pourraient expliquer certaines circonstances politico-administratives. La première concerne l’absence de privilège pour la Segunda parte, bien que la licence ait été accordée7. Cette même année 1635, un privilège est attribué aux comédies de la Cuarta parte, suivi d’un autre accordé à Francisco Lucas de Ávila pour la Quinta parte8. Ces dates coïncident d’ailleurs avec des moments cruciaux pour l’édition et pour Tirso : de 1625 à 1634, la Junta de Reformación suspend l’attribution des licences d’impression pour les comedias et les novelas9. Ce sont donc dix années particulièrement difficiles pour les imprimeurs et les éditeurs ; c’est également une décennie importante pour le dramaturge : en 1625, cette même Junta débat du « scandale que cause un moine de la Merci appelé le Maître Téllez, et également nommé Tirso, avec ses comedias profanes, qui offrent de mauvais exemples » et prononce son bannissement et son excommunication « afin qu’il n’écrive plus de comedias ni de vers profanes d’aucune sorte »10. Pourtant, il obtient une licence en 1634 pour publier sa Segunda parte11. Il convient également de se demander pourquoi la Segunda parte fut publiée en 1635, un an après la Tercera parte (1634) : une explication possible de cette anomalie serait selon J. Moll que, tandis que l’original de la Segunda parte avait été présenté au Conseil de Castille afin d’accélérer la levée de la suspension des licences pour les comedias, le libraire de Saragosse Pedro Escuer avait obtenu les textes de la Tercera Parte et s’était empressé de les publier hors du royaume de Castille. La lenteur des démarches auprès de ce Conseil retarda la publication de la Segunda Parte, alors que la Tercera Parte avait déjà été publiée dans l’intervalle12.
Dans cette dédicace, Tirso abandonne la critique de l’ingratitude des ignorants et des prétentieux et remercie la Confrérie des libraires d’avoir financé la publication du volume en le lui dédiant, afin de manifester publiquement sa reconnaissance envers une profession au service du savoir. Son propos, qui repose sur une rhétorique de l’amplification fréquente dans la prose du Mercédaire, comporte également des éclaircissements sur la paternité des comedias, qui renvoient aux nombreux problèmes auxquels les dramaturges sont confrontés lors de la publication de leurs pièces (textes défigurés, attributions frauduleuses...) et qu’ils dénoncent fréquemment dans leurs préfaces. Celles-ci deviennent alors le lieu privilégié pour une reconnaissance et une affirmation des titres des comedias dont les dramaturges revendiquent la paternité, comme le fait Lope dans Le Pèlerin en sa patrie ou Calderón dans la Cuarta parte de comedias nuevas. ; (Traduction d’Anne Cayuela)
Présentation en espagnol
Texte
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A la venerable y piadosa congregación de los mercaderes de libros desta corte, en la tutela del glorioso doctor san Jerónimo.
{NP1} Hase de suerte avecindado en el mundo la ignorancia24 y es tan inseparable la altivez presumida de los que saben algo que se pudiera poner en duda cuál de estos dos opuestos accidentes viven más apadrinados y cuentan mayor número de profesores, filosofando luego cuál de ellas es más intolerable y perjudicial a las repúblicas. De la primera bien sé yo que se hallan con ella tan bien25 sus feligreses que aunque se vendieran en las joyerías capacidad y suficiencia ninguno las comprara, porque si los idiotas26 reconocieran a los estudiosos y no juzgara cada cual de sí que es una Atenas27 ¿qué les faltaba? Tampoco ignoro de la otra , por más que desencarcele sutilezas, alegue autores, desenvuelva dificultades, blasone magisterios, embarazando cátedras y púlpitos, que por el mismo caso que se desvanezca en menosprecio ajeno viene en esta parte a emparentar con la primera, verificando la paradoja de cierto escarmentado que llamaba a uno de los desta especie stultus sapiens, sabio mentecato, porque ¿quién duda que la necesidad y el presumir de sí con demasía están amancebados? Deste bárbaro adulterio nace el monstruo de la ingratitud, que desconoce a cuantos debe las estimaciones que le entarimaron28, como si nos parieran nuestras madres con los requisitos todos suficientes para no necesitar de pedagogos29 o no debiera menos el hombre a la naturaleza que el más atado bruto30, pues desde nuestra respiración primera hasta el postrero parasismo31 andamos a la escuela, y cuando nos graduamos de maestros aún no somos aprendices32. Para los necios dijo un sabio el proverbio que atribuyó al cielo de el nosce te ipsum33; para el hinchado tragatomos34 escribió el otro el unum tamtum scio, me nihil scire35. {NP2} Que desestime, pues, el ignorante lo mismo que aborrece no es milagro, pero que el que adquiere36 fama docta no agradezca a quien le dio los materiales y sacó de entre la idiotez plebeya merece irremisible vituperio. Yo, pues, por no incurrir, virtuosa congregación, en lo que reprehendo, reconocido a lo mucho que todo género de estudios deben a su profesión loable , cuyas tiendas son joyerías de la mejor potencia con que se adorna el alma, no de las caducas que gasta el artificio para suplir bellezas, sino de las que perdurables sin morir con la materia autorizan a la forma37; cuyas bibliotecas son plaza de armas38 de las musas, presidio contra la ignorancia, almacén de las virtudes, castigo de las ociosidades, granjería de los tiempos y universidad de lo divino y de lo humano, agradezco por los que deben y no pagan39 y luego por mí mismo el buen pasaje que han hecho a mis papeles, la liberalidad con que han redimido del Argel40 de la penuria mis trabajos, pues si no costearan sus estampas41 murieran balbucientes entre las mantillas de sus cartapacios42. Y en muestras de que ni como ignorante, que me infamara a confesarlo, desestimo a tan socorridos bienhechores, ni como sabio, que no lo soy tampoco, libro en ingratitudes buenas obras, la dedico destas doce comedias cuatro que son mías en mi nombre, y en el de los dueños de las otras ocho, que no sé por qué infortunio suyo, siendo hijas de tan ilustres padres las echaron a mis puertas43, las que restan, con verdaderos y eficacísimos propósitos de patrocinarme en lo demás que escriba de tan liberales acreedores y confianza de que saldré lucido por la parte que es fuerza caberles a mis libros con la sagrada y devota tutela a quien dedican sus desvelos, pues patrocinados por el mayor de los doctores santos, el gran Jerónimo, incansable columna de la Iglesia en sus desvelos, luz de todos los fieles en su doctrina y eterno protector de las sagradas letras44, medrará esa venerable congregación al paso que en caudales en virtudes, y yo en alientos para servirla con las finezas que si agora comenzara45 a hacerlo. El Maestro Tirso de Molina.