IdT – Les idées du théâtre


 

Prologue

Comedia de Sepúlveda

Sepúlveda, Lorenzo de

Éditeur scientifique : Peyrebonne, Nathalie

Description

Auteur du paratexteSepúlveda, Lorenzo de

Auteur de la pièceSepúlveda, Lorenzo de

Titre de la pièceComedia de Sepúlveda

Titre du paratexteComedia de Sepúlveda, [Prólogo]

Genre du textePrologue

Genre de la pièceComedia

Date1565

LangueEspagnol

ÉditionManuscrit (première copie manuscrite connue du XVIe siècle) acquis en 1995 par la Biblioteca del Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques de l’Institut del Teatre de la Diputació de Barcelona. (Lien vers l’édition numérisée bientôt disponible).

Éditeur scientifiquePeyrebonne, Nathalie

Nombre de pages5

Adresse sourcehttp://www.cervantesvirtual.com/obra/comedia-de-sepulveda-manuscrito--0/

Fichier TEIhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/tei/Sepulveda-Comedia-Prologue.xml

Fichier HTMLhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/html/Sepulveda-Comedia-Prologue.html

Fichier ODThttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/odt/Sepulveda-Comedia-Prologue.odt

Mise à jour2014-10-04

Mots-clés

Mots-clés français

GenreComedia ; qualité des comedias ; autorité du genre comique chez les auteurs grecs et latins ; entremeses comme ornement de la comedia

SourcesVénération des comédies de Térence ; influence de Térence sur les auteurs latins et contemporains ; autorité de Virgile ; influence de ses œuvres sur la comedia ; Les Bucoliques et l’Odyssée assimilées à des comedias ; réputation de l’Arioste en Italie ; comedias de l’Arioste et de Pierre l’Arétin, le Divin ; estimation du genre comique en Italie

SujetExposition du sujet de la pièce dans le prologue ; primauté de la représentation sur la simple narration du sujet ; attractivité du sujet

TempsTemps de l’action : 12 heures ; temps de la représentation : 5 ou 6 heures

ActionRespect de la durée de l’action limitée à 12 heures

ComédiensRécitants

ReprésentationMaison de particulier à Séville ; salle avec sièges

RéceptionSuccès : foule ; compréhension par un public restreint ; spectateurs poètes (« archisatrapes ») ; spectateurs exigeants ; spectateurs envieux

MetadiscoursCaptatio benevolentiae

ActualitéUniversité d’Osuna

AutreProfession du dramaturge : greffier ; incompatibilité des deux occupations selon le vulgaire

Mots-clés italiens

GenereComedia ; qualità delle comedias ; autorità del genere comico presso gli autori greci e latini ; entremeses come ornamento della comedia

FontiVenerazione delle commedie di Terenzio ; influenza di Terenzio su gli autori latini e contemporanei ; autorità di Virgilio ; influenza delle sue opere sulla comedia ; Le Bucoliche e l’Odisseo assimilati a delle comedias ; fama dell’Ariosto in Italia ; comedias dell’Ariosto e di Pietro Aretino, il Divino ; estimazione del genere comico in Italia

ArgomentoEsposizione del soggetto della commedia nel prologo ; superiorità della rappresentazione sulla semplice narrazione del soggetto ; interesse del soggetto

TempoTempo dell’azione : 12 ore ; tempo della rappresentazione : 5 o 6 ore

AzioneRispetto della durata dell’azione limitata a 12 ore

AttoriRecitanti

RappresentazioneCasa privata a Siviglia ; sala con sedili

RicezioneSuccesso : folla ; comprensione da parte di un pubblico ristretto ; spettatori poeti (« arcisatrapi ») ; spettatori esigenti ; spettatori invidiosi

MetadiscorsoCaptatio benevolentiae

AttualitàUniversità di Osuna

AltriProfessione del dramaturgo ; scrivano ; incompatibilità delle due ocupazioni secondo la plebe

Mots-clés espagnols

GéneroComedia ; calidad de las comedias ; autoridad del género cómico para los autores griegos y latinos ; entremeses como adorno de la comedia

FuentesVeneración de las comedias de Terencio ; influencia de sus obras sobre la comedia ; Las Bucólicas y La Odisea consideradas como comedias ; fama del Ariosto en Italia ; comedias del Ariosto y de Pietro Aretino, el Divino ; estimación del género cómico en Italia

TemaExposición del sujeto de la obra en el prólogo ; primacía de la representación sobre la mera narración del sujeto, éxito del sujeto

TiempoTiempo de la acción : 12 horas ; tiempo de la representación : 5 o 6 horas

AcciónRespeto de la duración de la acción limitada a 12 horas

Actor(es)Recitantes

RepresentaciónUna casa particular de Sevilla ; sala con asientos

RecepciónÉxito : concurrencia ; comprensión por un público limitado ; espectadores poetas “arcisátrapas” ; espectadores exigentes ; espectadores envidiosos

MetadiscursoCaptatio benevolentiae

ActualidadUniversidad de Osuna

OtrasProfesión del dramaturgo : escribano ; incompatibilidad de los dos oficios según el vulgo

Présentation

Présentation en français

La Comedia de Sepúlveda, attribuée aujourd’hui à Lorenzo de Sepúlveda et composée vers 1565-15661, est précédée d’un prologue qui, tout comme la comedia elle-même, est l’adaptation ou la ré-élaboration espagnole d’une œuvre italienne, la comédie érudite Il Viluppo de Girolamo Parabosco. Ce prologue, qui ne porte pas de titre, cite directement deux maîtres de cette comédie érudite italienne, l’Arioste et l’Arétin : la filiation, ainsi clairement établie, est renforcée par le choix de l’écriture en prose, tant pour cette pièce liminaire que pour la comedia elle-même. L’action se déroule intégralement à Séville, elle se déroulait à Venise dans le modèle italien. À travers ce dialogue en prose (autre trait de la comédie érudite italienne), deux amis (l’un des deux étant le porte-parole de l’auteur), qui se rendent à la représentation de la pièce qui suit, introduisent la comédie et en présentent l’intrigue. Le texte a un rôle de captatio benevolentiae mais il offre également au lecteur toute une série d’informations sur le nom de l’auteur (seul son nom de famille nous est indiqué), le lieu de la représentation, sa durée, la réception de l’œuvre (polémique avec les critiques érudits). Sepúlveda présente aussi dans son prologue les buts poursuivis par celui qui écrit une comedia : « exercer son esprit », « offrir ce travail, ainsi que d’autres, à ses compatriotes ». Il insiste également sur la dignité du « poète dramatique », élément qui ne se trouvait pas dans la pièce italienne. Il défend la règle aristotélicienne de l’action limitée à douze heures et souligne l’importance du jeu des acteurs et de la mise en scène. Pour ce qui est de la présentation de la comedia, le prologue en annonce la structure, l’œuvre mêlant une intrigue amoureuse à tonalité tragique et une seconde série d’intrigues à connotation plutôt burlesque : la comedia est en effet entrelardée de multiples intermèdes comiques, mélangeant les registres comme elle mélange les références érudites italiennes à divers éléments tirés de la culture et du théâtre espagnols.

Présentation en espagnol

La Comedia de Sepúlveda, atribuida hoy a Lorenzo de Sepúlveda y redactada hacia 1565-1566, viene precedida por un prólogo que es, así como la comedia, la adaptación o la reelaboración española de una obra italiana, la comedia erudita Il Viluppo de Girolamo Parabosco. El prólogo, que no lleva título, cita directamente a dos maestros de esa comedia erudita, Ariosto y Aretino: la filiación, así claramente establecida, se ve reforzada por la elección de la escritura en prosa para esa pieza preliminar así como para la comedia misma. La acción se desarrolla enteramente en Sevilla, se desarrollaba en Venecia en el modelo italiano. Con ese diálogo en prosa (otro rasgo de la comedia erudita italiana), dos amigos (uno de los dos es el portavoz del autor), que van a asistir a la representación de la obra presentada después, introducen la comedia y presentan su argumento. Además de su papel de captatio benevolentiae, el texto ofrece al lector toda una serie de informaciones acerca del nombre del autor (sólo se indica su apellido), del lugar de la representación, de su duración, de la recepción de la obra (polémica con los literatos críticos). Sepúlveda expone también en su prólogo los fines del que escribe una comedia: « ejercitar el entendimiento », « ofrecer éste y otros semejantes trabajos a los de su patria». Insiste también en la dignidad del poeta dramático, elemento que no se encontraba en la obra italiana. Defiende la regla aristotélica de reducción de la acción a doce horas y subraya la importancia del juego de los actores – los « recitantes » – y de la puesta en escena. En cuanto a la presentación de la comedia, el prólogo anuncia su estructura: la obra entremezcla un enredo amoroso de tonalidad trágica y otra serie de enredos de carácter más bien jocoso: la comedia en efecto comprende múltiples entremeses cómicos, mezclando así los estilos así como mezcla las referencias eruditas italianas a elementos de la cultura y del teatro español. ; (Traduction : Nathalie Peyrebonne)

Texte

Afficher les occurrences dans les notes

Comedia de Sepúlveda

{1v} Escobar, Becerra

Escobar:

Si no me engaño, por aquí es la casa2 donde dicen que se representa la comedia esta noche; pero, como parece tan poca gente… ¡O, aquí viene un hombre que por ventura me dará razón della!... ¡Qué gracia: mi amigo Becerra es! No pudiera ahora yo hallar hombre que tanto contento me diese. ¿Qué es eso, señor Becerra? ¿Dónde bueno por aquí tan solo?

Becerra:

Y vos, señor Escobar, ¡no me parece que venís muy acompañado! Mas, ¿qué es esto? ¿Cómo no vais a ver la comedia que se representa, pues siempre os fueron agradables semejantes poemas?

Escobar:

Para deciros la verdad, con esa voluntad salí de mi posada. Y, cuando me vi aquí, no sé cuál es la casa donde se representa.

Becerra:

Yo os la enseñaré; mas dificultosa cosa será poder entrar en ella.

Escobar:

¿Por qué, señor Becerra? ¿Tan encerrada es esa casa y tan sobre sí son los que moran en ella, que no dejan entrar quien oiga esa comedia?

Becerra:

No es eso; antes, la turbación de la mucha turba creo da ocasión para que hayan cerrado la puerta y que no dejen entrar a sus amigos ni a los que ellos propios desean que entren.

Escobar:

No me espanto. Pero también lo podrá haber causado que están ya ocupados los asientos.

Becerra:

Podrá ser; porque yo he visto entrar muchos hombres y algunos dellos de calidad. Yo creo que será poco apacible su vista al autor y recitantes3.

Escobar:

¿Por qué ocasión os parece querrían poder dejar de verlos? Decidme, por vuestra fe, quiénes son.

Becerra:

Una tropa de arci[sá]trapas de la ley4 que nuevamente se ha levantado en esta ciudad; los cuales, con haber hecho dos coplas mal trovadas o torcidas, y otros, habiendo imprimido dos sonetos o tercias rimas de Boscán, y otros, porque declaran dos versos de Orlando en toscano, de manera que la madre que los parió no los entenderá, tienen por costumbre muy importante de burlar de cuántas cosas ven, imponiéndolas mil objetos, haciendo de jueces y determinando por sola su opinión; los cuales están tan enamorados de su entendimiento que cualquier obra que ven que no viene a su medida la despachan por disparate.

Escobar:

Pues, sin saber más, osaré afirmar, señor Becerra, que esos tales no deben ser muy avisados; porque los hombres que lo son consideran lo que el escribir cuesta y a qué se pone uno que escribe y qué aventura. Y así estimarían mucho cualquier obra que ven y, viendo las faltas que en ella ven, considerando el dicho de Mahabor a Aníbal5, tan celebrado, cuando no quiso ir sobre Roma, que le dijo: « O, Aníbal, los dioses no dan todas las gracias a un hombre solo ». Y desa gente que decís que son amigos de sus milagros, como Mahoma, poco caso es de hacer de sus dichos, pues así se hace de sus hechos; que os hago {fol.1bv} saber que, en este caso, imito a los mercaderes, que nunca fían de palabras. Pero, dejando estos bárbaros con su envidia, porque ella les dará lo que merece su muy ruin inclinación, empero, decidme qué cosa es esta comedia. ¿Dicen si es buena?

Becerra:

Yo la he visto toda escrita, porque Sepúlveda, que fue el que la hizo, me la mostró, porque es muy amigo mío

Escobar:

¿Quién es ese Sepúlveda? ¿Conózcole yo?

Becerra:

Un escribano de buen entendimiento, que bien creo vos habéis visto algunas veces.

Escobar:

Pues, ¿tiene él caudal de sí para componer semejantes comedias? Pues se requiere para ello muchas particularidades y especialmente ser buen poeta.

Becerra:

Por hombre de buen entendimiento lo tengo; y la vena de poeta suya [es tal que] yo osaré afirmar que entre todos los escribanos es de los mayores poetas y entre los poetas de los mayores escribanos.

Escobar:

Hecho me habéis reír contra vos; en cargo os queda vuestro Sepúlveda. Pero, decidme a qué propósito, pues tiene oficio tan ocupado, gasta el tiempo en componer semejantes poemas; pues de necesidad se ha de desocupar de su oficio; y aunque no sé si os diga que también no es la más honrosa cosa del mundo entender en semejantes obras; o, a lo menos, muchos tienen esa opinión.

Becerra:

Eso no os quisiera oír, señor Escobar, por lo que {1bv} toca a vuestro buen entendimiento: porque parece que aprobáis la opinión que el ciego vulgo6 tiene en esto. Antes os quiero dar a entender que es cosa de grande habilidad y calidad estas comedias; y que son reservadas y se concede poderlas hacer a muy pocos entendimientos porque el grande artificio que llevan7. Y, si de más atrás queréis tomar el negocio, mirad la examinación8 que entre los poetas griegos tuvieron los poetas cómicos y cuán perpetuada dejaron su memoria por sólo esto; pues las obras de Homero, a quien todos los poetas tienen por principal y capitán, en su Ulisía9 tan honrada y adorada de todos, ¿qué es sino una comedia? Pues, si venimos a los poetas latinos, hallaréis tener no menos autoridades que los otros los cómicos; pues sabemos de Terencio quién fue y que por sola esta habilidad fue no solamente libertado, mas aún tenido en tanta veneración en persona como hasta hoy nosotros tenemos sus comedias, pues son la regla por donde casi todos los latinos pasan; y, por acortar envites10, mirad las obras de Virgilio, pues no tienen perdida la esperanza que ninguno alcanzará a donde él pasó su raya. Casi todas ellas llevan una traza de comedia, como claro parece en las Bucólicas. Pues en nuestro tiempo, mirad la estimación en que está tenido en toda Italia el Ariosto, que casi tienen por pecado nombrarlo en vano: pues, entre sus obras, hallamos muchas comedias suyas no en poco tenidas. Y, sin éste, ¿qué diremos de Pietro Aretino, a quien por la {2r} excelencia de su juicio tienen por epíteto en su nombre « el Divino »? Pues notorio es que lo principal de sus obras son las comedias que hizo. Y, por no alargarme más, quiero concluir que hoy día en Italia, que es la madre de los buenos y delicados juicios que hay en nuestros tiempos, no hay cosa que en tanto tengan y estimen como el componer un poema destos con el lustre y perfección que se requiere. Así que, señor Escobar, no sigáis en esa opinión a gente de tan bajo entendimiento, porque estaréis tan engañado como ellos. Y, dejando esto, quiero satisfaceros al que demás me dijistes: qué le movió a este mi amigo, siendo hombre tan ocupado, entender en estas cosas. Y lo que os sabré decir es que la causa que a ello lo mueve es ejercitar el entendimiento y ofrecer este y otros semejantes trabajos a los de su patria, y para que tengan entendido que en ella no faltan personas porque en esta profesión no puedan ganar premio con las extrañas, contendiendo en semejante materia con ellos11.

Escobar:

Muy gran gusto he tomado en oíros, señor Becerra, y os digo que estaba muy fuera de lo que ahora estoy; y por eso dicen que es yerro irse con la opinión del vulgo, porque en la plaza llena muchas veces está el desierto12. Pero, por vuestra fe, que me digáis, si se os acuerda, el sujeto desta comedia y, por ventura, ahorraré cinco o seis horas de trabajo por verla13.

{2v} Becerra:

No os puede dar gusto el sujeto así, desnudo de aquella gracia con que el proceso dél suelen ornar los recitantes y otros muchos entremeses que intervienen por ornamento de la comedia, que no tienen cuerpo en el sujeto della; pero, presupuesto esto, si todavía queréis saberlo, os diré lo que se me acuerda dello.

Escobar:

Antes, me haréis muy gran merced.

Becerra:

El fransis14 del negocio es éste. Un rico y medio hidalgo hombre, vecino de Granada, que se llama Montalbo, estando en una su heredad camino de Sevilla, acaso una noche, se le incendió tan bravamente esta heredad que se quemó toda, y acaso, en el hervor del incendio, pasó por allí un ciudadano rico desta ciudad de Sevilla, que venía de unos negocios suyos, y, viendo por el camino ir llorando una niña de dos años y algo lastimada de cierta caída que, por escapar del fuego, la habían echado por una ventana, la tomó y trajo a Sevilla, por carecer de hijos; y la crió como propia hija y la llamó Violante. Y el padre, teniéndola por quemada, como a otros de su casa, no hacía cuenta de pensar que pudiera haber escapado. En ésta, tenía un hermano gentil hombre, que le llamaban Alarcón, al cual el padre envió a estudiar a la universidad de Osuna; y, viniendo en unas vacaciones a Sevilla, pudo ver a Violante, su hermana, y enamoróse della muy de veras y procuraba servirla {3r} por todas las vías que podía. Y es menester saber que, estando este Alarcón en sus amores en Sevilla, se enamoró dél una moza, llamada Florencia de Figueroa, hija de un Figueroa grande amigo de su padre de Alarcón; y el Alarcón, como tenía puestos todos los pensamientos en la Violante, no le salió a la Florencia a la parada15, antes osó con ella grandes crueldades, de manera que la triste moza, de desesperada, se metió en un monasterio y, por consejo de un ama suya, que la había criado, publican que es muerta; lo cual el padre pasó muy pesadamente. Ansí mismo esta Florencia  tenía un hermano, llamado Osorio, enamorado también de la Violante, la cual, como mujer honesta, se defendía de ambos muy reciamente; y desde aquí comienza la comedia, porque, como el primor destas comedias es que parezca que pasa en un día para acabarse, porque no se puede fingir noche ni otro día, no pudiera intervenir todo esto no tornarse tan atrás sin que fuera la fábula de Orestes16. Y aquí hay grandes trances, porque el Alarcón enviaba con cierta carta o recaudo a la Florencia, su paje, a la Violante y ella, con cuantas persuasiones podía, le desviaba del pensamiento los amores de su amo; y, al fin de grandes cosas que pasaron, que son mil marañas, viniendo el padre de Alarcón y, sabiendo cuán perdido andaba su hijo y posando {3v} en casa del Figueroa, vino a conocer por su hijo a la Violante y casóla con el Osorio, hijo del Figueroa, que era, como dije, su servidor y enamorado. En este regocijo descúbrese Florencia, hecho paje del Alarcón, con que se dobla la fiesta; la cual ansí mismo casó con su querido Alarcón, y así se hacen dobladas las bodas. Y hay aquí, como digo, mil entremeses17 graciosos que van trabados con la obra: que son que el viejo Natera, el que crió a Violante, con un instinto agudo, entendió que la Florencia de Figueroa, paje de Alarcón, era mujer y enamoróse de ella; y Parrado, su criado, le llevó a un charlatán que se hacía mágico e hizo mil burlas a su amo y también al mágico, que tenía una mujer hermosa. En fin, hay mil cosas que no os las sabré decir ni aun sino para verse en su lugar representadas y, por esto, holgaría que la viésedes.

Escobar:

Yo os digo, señor Becerra, que me ha contentado por todo extremo el sujeto de la comedia, que no puede dejar de ser muy buena, y que no tengo de dejar de verla por cosa del mundo. Pero, decidme, ¿tiene otra cosa?

Becerra:

No más que al principio el autor suplica a todos los oyentes, con mucha humildad, que le hagan merced de prestarle atención18, pues su  intento fue y es de servirles y agradarles y que reciban en su servicio este su trabajo, pues puso en él todo lo que pudo, diciendo que, impetrando {4r} esta merced dellos, será ocasión para que con mayor voluntad procure levantar su ingenio para hacerles otros servicios de más importancia.

Escobar:

A fe que estoy satisfecho y que tengo de verla en todo caso y luego quiero procurar la entrada.

Becerra:

Espera, señor Escobar, que yo os quiero acompañar hasta dejaros dentro, porque por mi medio podáis entrar más fácilmente.