Dédicace
La comedia de la restauración de Buda, fiesta real que se representó a sus Majestades, en la celebridad del Augusto Nombre del Señor Emperador, Leopoldo Primero, el día quince de Noviembre de este presente año de 1686 en el Real Palacio del Buen Retiro.
Bances Candamo, Francisco Antonio
Éditeur scientifique : Jacquet, Ketsia
Description
Auteur du paratexteBances Candamo, Francisco Antonio
Auteur de la pièceBances Candamo, Francisco Antonio
Titre de la pièceLa comedia de la restauración de Buda, fiesta real que se representó a sus Majestades, en la celebridad del Augusto Nombre del Señor Emperador, Leopoldo Primero, el día quince de Noviembre de este presente año de 1686 en el Real Palacio del Buen Retiro.
Titre du paratexteA la S. R. C. Majestad de la Reyna Nuestra Señora Doña María-Ana de Austria, hija, y hermana de los Augustísimos Césares de Roma, Esposa, y Madre de los Catolicísimos Monarcas de España.
Genre du texteDédicace
Genre de la pièceComedia historique
Date1686
LangueEspagnol
ÉditionMadrid : Antonio Román, a costa de Sebastián de Armendáriz in-4°.
Éditeur scientifiqueJacquet, Ketsia
Nombre de pages2
Adresse sourcehttp://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/4199029
Fichier TEIhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/tei/Bances-RestauracionBuda-Dedicace.xml
Fichier HTMLhttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/html/Bances-RestauracionBuda-Dedicace.html
Fichier ODThttp://www.idt.paris-sorbonne.fr/odt/Bances-RestauracionBuda-Dedicace.odt
Mise à jour2014-01-10
Mots-clés
Mots-clés français
SourcesActualité ; Histoire ; Livre de Daniel
SujetMise en rapport de l’actualité et de l’Histoire avec la Bible ; victoire de Buda
Personnage(s)Héros
ReprésentationReprésentation devant le Roi
RéceptionSuccès auprès des Monarques
FinalitéPolitique ; religieuse ; didactique
ExpressionDouce efficacité des vers
ActualitéVictoire récente et décisive pour la Chrétienté
AutrePromesse d’un auto sacramental en cours de réalisation, sur le même sujet
Mots-clés italiens
FontiAttualità ; Storia ; Libro di Daniele
ArgomentoConfronto tra attualità e Storia con la Bibbia ; vittoria di Buda
Personaggio(i)Eroe
RappresentazioneRappresentazione davanti al Rè
RicezioneSuccesso presso i monarchi
FinalitàPolitica ; religiosa ; didattica
EspressioneDolce efficacità dei versi
AttualitàVittoria recente e decisiva per il mondo cristiano
AltriPromessa di un auto sacramental in corso di realizzazione sullo stesso soggetto
Mots-clés espagnols
FuentesActualidad ; Historia ; Libro de Daniel
TemaRelación de la actualidad y de la Historia con la Biblia ; victoria de Buda
Personaje(s)Héroes
RepresentaciónRepresentación ante el Rey
RecepciónÉxito ante los Monarcas
FinalidadPolítica ; religiosa ; didáctica
ExpresiónDulce eficacia de los números
ActualidadVictoria reciente y decisiva para la Cristiandad
OtrasPromesa de un auto sacramental en proceso de elaboración, sobre el mismo tema
Présentation
Présentation en français
La dédicace à Marie-Anne d’Autriche est étroitement liée au contexte. A une époque où la décadence de l’Empire espagnol est avancée, une victoire triomphale des Chrétiens ne peut qu’exhorter le Roi et ses sujets à la vaillance et à la foi. C’est la Monarchie espagnole, mais aussi et surtout la Sainte Religion Catholique, qu’il s’agit d’encenser. Or, on sait bien que les deux nourrissent alors un rapport d’inter-dépendance.
La dédicace commence par la traditionnelle captatio benevolentiae, dans laquelle l’auteur confronte la grandeur empreinte de divin de la prouesse militaire, exécutée par l’épée, et l’humilité de ses vers, fruits de sa plume. Néanmoins, ce qui pourrait passer pour une audace censurable est compensé par le fait de « rendre visible » l’Histoire grâce à la représentation, permettant ainsi la survivance de l’Histoire dans l’esprit des spectateurs et des lecteurs. De plus, le fait que l’écriture poétique soit une mise en forme humaine, intelligible et imparfaite, d’une matière historique échappant en partie à la "perspicacité politique", puisque miraculeuse par essence, est compensé par la noblesse d’une entreprise digne d’être relatée et représentée. L’événement est "grave" et "agréable", et l’auteur s’est résolu à représenter la nouvelle (à en fabriquer une image), afin que l’histoire serve de démonstration et d’enseignement, grâce à la "douce efficacité" des vers. Bances Candamo rappelle la coutume d’exposer lors des Fêtes royales les prouesses des "héros", afin d’honorer le Roi et ses sujets. Or, il n’y en a pas de plus grande que celle de la reconquête de Buda.
Ceci, d’autant plus que la victoire en question, lue au travers des prophéties sacrées et profanes, et en particulier de celles de Daniel, correspond au prélude d’une victoire totale sur l’ennemi turc. Le dramaturge se concentre alors sur l’interprétation du livre de Daniel. Il s’appuie à la fois sur la vision des quatre bêtes, sur celle de la statue et sur celle de l’arbre7, afin de persuader le lecteur que l’Empire romain sera le seul à subsister lors du retour du Messie, et que par conséquent, cela signifie que l’Empire ottoman aura préalablement été englouti8. Il renvoie également au topos de la roue de la Fortune : l’immense Empire ayant commencé à chuter après avoir été au sommet de sa gloire, par une sorte de loi de la gravité appliquée à la géopolitique, il ne peut que s’effondrer de manière rapide et fatale9. D’après Bances Candamo, il existe bien d’autres "preuves congruentes", qui seront exposées dans un auto sacramental en cours de réalisation. Le but de la présente comedia est d’exalter l’autorité royale, de célébrer la victoire tant militaire que religieuse, et d’annoncer bien d’autres victoires, aussi certaines que l’aurore. L’œuvre cherche la protection de sa dédicataire, figure tutélaire veillant sur sa bonne réception10, et, si ce n’est le cas, elle se veut être au moins un humble tribut. La dédicace élabore donc une toile de fond idéologique nécessaire au déchiffrage complet de l’œuvre et de ses enjeux, en mettant en avant le rôle de persuasion et d’exaltation de l’activité théâtrale.
Présentation en espagnol
Texte
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A la S.R.C. Majestad de la Reina Nuestra Señora Doña María-Ana de Austria, hija, y hermana de los Augustísimos Césares de Roma, Esposa, y Madre de los Catolicísimos Monarcas de España.
Señora
{NP1}Nuevamente llega a V[uestra] Maj[estad] la siempre insigne, la nunca bien celebrada victoria de Buda; si una vez por la Imperial espada, otra por la humilde pluma. Aquella que la ejecuta, la ofrece como despojo; ésta que la renueva la consagra a V[uestra] Majestad como triunfo21. El señor Emperador (a quien hoy confiesa la envidia por el mayor de los Augustos) con sus armas se la fió a la fama; yo con mis números se la hurto al tiempo. La historia dilata la hazaña, pues parece que la repite el brazo, cada vez que la repasa la memoria. Desasida de aquellas artificiosas alas de cera22, pudiera parecer mi pluma, en emprender el mayor triunfo Austriaco, en blasón tan nunca visto, y en victoria tan grande, que todavía no ha examinado la más política perspicacia el concurso de sus consecuencias; pues de industria se hace menor el trofeo, por adecuarse a la capacidad humana. Pero salva este atrevimiento, ver que fié el acierto de lo grato del asunto, y no de lo próvido del ingenio. Con esta confianza determiné dar bulto a la noticia, y pasando a instintivas aquellas especies abstractivas23 que nos comunicó la fama, quise persuadir más el suceso con hacer visible la historia24. Y no en vano, pues si los festejos de los Reyes, deben exponerles las hazañas de los Héroes, que {NP2} inflamen el Real espíritu, con la dulce eficacia25 de los números, ninguna más nueva, ninguna más verdadera, y ninguna más grande que la expugnación de Buda, en cuyo suceso empiezan a cumplirse tantos sacros, y profanos vaticinios, que arguyen el próximo exterminio, y declinación del Imperio Oriental. Dejo aparte el gran cúmulo de profecías26, y razones evidentes de donde esto se deduce, y paso a la visión de Daniel, que parece que más en términos nos persuade. De aquellos cuatro animales27, en cuyas formas le fueron mostrados los cuatro sumos Imperios del Orbe, el cuarto simbolizaba el Romano, y los diez ramos que asombraban su frente, eran las diez principales Provincias en que se dividió su dominio, como son : Siria, Egipto, Asia, Grecia, África, España, Francia, Alemania, Italia y Bretaña. Entre estos floridos ramos, nació uno pequeño en sus principios, con ojos, y después creció tanto, que quebrando tres de los más robustos, que al monstruoso animal adornaban la cerviz. Éste es el Imperio del Turco, que de humilde origen, llegó a ocupar tres de las Romanas Provincias : El Egipto, la Asia, y la Grecia. Ya nos ha mostrado antes Daniel, en el árbol28, y en la estatua29, que el Imperio Romano ha de durar hasta la venida de Cristo sin que alguna otra Potencia pueda exterminarle, como denotan las plantas de los pies de hierro, y las raíces, que siempre permanecen, unas en la estatua, y otras en el árbol. De aquí se infiere la evidente ruina del Imperio Otomano; porque el Romano ha de permanecer hasta el fin; al Otomano no se señala el texto, mas hasta que tres, éstas ya las tiene en las tres referidas Provincias, con que no puede pasar adelante en su dominio. Luego si en buena filosofía, todas las cosas que llegan al estado, es preciso que vengan en disminución, bien se puede asegurar, que habiendo empezado a declinar el poder Oriental, conseguirá el Señor emperador su ruina; pues las máquinas de tan elevada magnitud son de tan grave peso, que no hay en ellas descender, que no sea precipitar30. Omito otras pruebas congruentes, que expondré a V[uestra] Majestad. en el Acto Sacramental, Historial, Alegórico, que estoy escribiendo de la Conquista de Buda31. En tanto, pues, que llega esta última gloria de la Augusta Casa de Austria, ofrezco esta humilde obra, con que celebró el Rey N[uestro] S[eñor]la gran hazaña, preludio de todas las que anuncio. A V[uestra] Maj[estad] a quien, por tantas razones comprendió la mayor parte del gozo, toca la protección del aplauso en esta obra, que cuando no buscara en las Reales plantas de V[uestra] Maj[estad] el amparo, llegará a ellas como tributo. Guarde Dios L.S.C.R.P. de V[uestra] Maj[estad] como la Cristiandad ha menester.
D. Francisco Antonio de Bances Candamo.